ENCUADRE DE LA SOLIDARIDAD
Para hablar de Solidaridad es necesario mencionar la Ética.
Recordemos que, la Ética es el Conjunto de normas morales que regulan cualquier relación o conducta humana, sobre todo en un ámbito específico: ética pública, ética médica. También puede ser definida como la Parte de la filosofía que trata de la moral de los actos humanos, que permite calificarlos como buenos o malos: ética kantiana.
La ética nace
y se desarrolla en el fuero interno, en el ámbito del alma, donde se gestan las
ideas, los sentimientos y las decisiones, para proyectarse al exterior produciendo
bienestar con uno mismo y con los demás.
La ética
halla su sentido en lo moral, entendido como todo aquello que respeta y eleva
la dignidad de uno mismo y los demás, y
lo fija como un modo de vida. Se
manifiesta como “el querer ser” y el “querer hacer” lo que la ley escrita y
natural definen que se “debe ser” y “se debe hacer” para una convivencia
gratificante.
Dentro de
este marco, se circunscriben los valores; y entre todos los valores que los
individuos pueden desarrollar para ser éticos, encontramos aquéllos que
nosotros mismos hemos identificado como importantes en nuestro ámbito laboral. Estos valores éticos están enlistados y
definidos en el Código de Ética de la AGPE.
Hoy nos
referiremos a la SOLIDARIDAD.
El
diccionario Espasa Calpe define el término solidaridad como la: f.
Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros:
Son sinónimos de solidaridad:
Þ
participación,
Þ
apoyo,
Þ
compañerismo,
Þ
camaradería,
Þ
fraternidad,
Þ
adhesión,
Þ
respaldo,
Þ
unión,
Þ
fidelidad,
Þ
ayuda,
Þ
defensa,
Þ favor;
El término Solidaridad proviene del vocablo latino soliditas, que
significa cuerpo sólido formado por partes homogéneas. De lo que se deriva que…
SOLIDARIDAD ES:
Þ Para algunos, la
reivindicación de derechos fundamentales; y para otros, sólo una actitud de
piedad centrada en la limosna y en la asistencia.
Þ Un grupo de personas con intereses comunes que luchan juntos para
el bienestar general.
Þ Ayudar y poner tus capacidades al servicio de los demás
Þ el sentimiento de unidad basado en metas o intereses comunes
Þ un principio básico de la existencia del orden social, por el cual
cada individuo del grupo, desarrolla sus capacidades y goza de sus derechos,
colaborando con los demás integrantes del cuerpo social, para desarrollarse en
comunidad y armonía, logrando no sólo su plenitud personal sino la de sus
semejantes
Þ Es la caridad entendida ya, no como ayuda de un individuo hacia
otro individuo, sino de todos con todos, para el bien común; entendiendo por
bien común (al decir de Aristóteles) a la suma de las felicidades individuales,
y que cada hombre halla la felicidad a través de una vida virtuosa.
Þ en su significado original y académicamente riguroso
la solidaridad es una relación horizontal entre personas que constituyen
un grupo, una asociación o una comunidad, en la cual los participantes se
encuentran en condiciones de igualdad. Tal relación o vínculo
interpersonal se constituye como solidario en razón de la fuerza o intensidad
de la cohesión mutua, que ha de ser mayor al simple reconocimiento de la común
pertenencia a una colectividad. Se trata, en la solidaridad, de un vínculo
especialmente comprometido, decidido, que permanece en el tiempo y
que obliga a los individuos del colectivo que se dice solidario, a responder
ante la sociedad y/o ante terceros, cada uno por el grupo, y al grupo por
cada uno.
Þ Para nosotros, Solidaridad es
CÓDIGO DE
ÉTICA DE LA AGPE
APOYAR Y
TRABAJAR POR EL BIENESTAR DE LOS OTROS.
COLABORAMOS CON
NUESTROS COMPAÑEROS
EN LA REALIZACIÓN DE SUS TAREAS Y FUNCIONES.
Apoyar: tr. Hacer que algo descanse sobre
otra cosa. Apoyar el codo en la mesa.
Y: conj. copulat. U. para unir palabras o cláusulas
en concepto afirmativo. 1. prep. Indica el agente en las
oraciones en pasiva.
Trabajar: Ocuparse en cualquier actividad física o
intelectual
Por: 7. prep. Denota causa. Por una delación la
detuvieron. Cerrado por vacaciones. A
favor o en defensa de alguien o de algo. Por él daré la vida.
El : art. deter. Formas de singular en
masculino, femenino y neutro.
Bienestar: 1. m. Conjunto
de las cosas necesarias para vivir bien.
3. m. Estado
de la persona en el que se le hace sensible el buen funcionamiento de su
actividad somática y psíquica.
De prep. Denota la causa u origen de
algo. Murió de viruelas. Fiebre del heno.
Otros: 1. adj. Dicho de una persona o de una
cosa: Distinta de aquella de que se habla. U. t. c. s.
Solidaridad
tiene el sentido de brindarse en apoyo al compañero para ayudarle a realizar
alguna actividad que le ha exigido en sobreesfuerzo.
Este apoyo
se visualiza como el sitio sobre el que, quien está sobrecargado, puede
alivianar en parte el peso que soporta.
El apoyo puede ser moral, insuflándole ganas y energía para continuar
con su tarea; o, directamente, ayudándole a realizarla, con lo cual, además de
alivianarle el peso, le permite terminar su trabajo en tiempo y forma adecuados.
Y aunque el
Apoyo ya es una buena acción, nuestra concepción de Solidaridad es más
amplia.
La
conjunción “y” incorpora, además de lo ya expuesto, la realización consciente de cualquier actividad física o mental con el
propósito de que los demás compañeros puedan sentirse cómodos en su lugar de
trabajo, tengan el ambiente adecuado para un alto rendimiento y no se vean
agobiados por situaciones circunstanciales solucionables, que le impidan dar lo
mejor de sí.
Por
supuesto, la solidaridad vista de esta manera, implica algo más que enfrascarse
en su propia actividad para cumplirla muera quien muera y pase lo que
pase. El cumplimiento de una tarea es muy
importante, y aquí vale el dicho “lo bueno es enemigo de lo mejor”. Lo excelente es concebir nuestro trabajo
dentro de la totalidad y crear, mediante la colaboración, una fuerza adicional
(la sinergia) para cumplir eficaz y eficientemente nuestros objetivos
institucionales, con lo cual todos salimos beneficiados.
En este
punto, las cuestiones son:
¿Estoy
abierto a apoyar a mis compañeros? ¿Los apoyo en forma práctica? ¿Apoyo a todos
mis compañeros? ¿Cómo?
¿Puedo
identificar las señales de alerta que nuestros compañeros están emitiendo?
Señales
visibles y directas: sobrecarga de trabajo, cumplimiento inminente de
plazos, tensión por situaciones coyunturales laborales…
Señales
discretas e indirectas: crisis por situaciones adversas (pérdidas
materiales; problemas de salud; problemas familiares)
¿Por qué razón no puedo identificarlas?
Una vez que me apercibo de la reducción en el nivel de desempeño
del compañero, ¿qué estoy dispuesto a hacer para que el “otro” retorne al punto
de equilibrio?
¿Cuándo y hasta qué punto debo dedicar mi tiempo y mi energía para
ayudar al compañero?
Algunos razonamientos y
cuestionamientos usuales:
¿Por qué ayudar a alguien que ocupa su tiempo en cualquier cosa y
luego no puede cumplir con los tiempos establecidos?
¿Y si “malacostumbramos” al compañero y se vuelve
“dependiente” de nuestra solidaridad?
¿Hasta qué punto es válida la ayuda económica dentro del marco
analizado?
FUNDAMENTO
LA SOLIDARIDAD SE FUNDAMENTA EN:
el principio de ayuda mutua
la idea de que la unión hace la fuerza de los pueblos y las
comunidades
la igualdad universal
que une a todos los hombres. Esta igualdad es una derivación directa e
innegable de la verdadera dignidad del ser humano, que pertenece a la realidad
intrínseca de la persona, sin importar su raza, edad, sexo, credo, nacionalidad
o partido.
IMPLICANCIA
La
solidaridad siempre implica los siguientes puntos:
La solidaridad es una
virtud contraria al individualismo y al egoísmo.
Se refleja en el
servicio y busca el bien común.
Su finalidad es
intentar o solucionar las carencias espirituales o materiales de los demás.
Requiere
discernimiento y empatía –ponerse en el lugar del otro
la fidelidad del
amigo
la comprensión del
maltratado
el apoyo al
perseguido
la apuesta por causas
impopulares o perdidas
ALGUNAS ACTITUDES QUE
DESALIENTAN EL ESPÍRITU SOLIDARIO
La falta de reconocimiento (“ellos tienen que ayudarme luego…”)
La respuesta inadecuada (el ñembotavy, el peichante)
La discriminación (a éste, sí; a aquél, no) y el grupismo
El egoísmo
El individualismo y la autosuficiencia
La incapacidad de trabajar en equipo (maltrato, mal genio, mala
comunicación)
El prejuicio y la falta de perdón
El chisme
El orgullo y la vanidad
La hipocresía
La pereza
OBSTÁCULOS PARA SU
PRÁCTICA
–¿Cuáles son, en nuestro país, los enemigos de la
solidaridad?–Por un lado, la indiferencia, que nos lleva a centrarnos en nosotros mismos y nos impide levantar la mirada para ver lo que pasa a nuestro alrededor. Otro enemigo es el resentimiento, ya que desde el enojo y la bronca es muy difícil construir. Por último, la falta de confianza también juega en contra. Necesitamos volver a creer que es posible. Tenemos que despertar a aquellos que se durmieron creyendo que no se puede transformar la realidad en que vivimos y demostrarles que somos nosotros mismos los que podemos provocar ese cambio. Manuel Lozzano director de la Red de Solidarida
CREANDO LAS CONDICIONES
PARA PRACTICAR LA SOLIDARIDAD
Video de la Carpintería
Crear espacios para Reconocer las fortalezas de los demás
Identificar y luchar para minimizar las debilidades y actitudes
que desalientan el espíritu solidario
Utilizar los canales adecuados para hacer frente a los desacuerdos
y molestias
EL FRUTO DE LA SOLIDARIDAD
Excelente ambiente de trabajo
Confianza y seguridad
Desarrollo de las capacidades
Excelente trabajo
Mejor posicionamiento institucional
RAZONES POR QUÉ
PRACTICAR LA SOLIDARIDAD
porque
todos vivimos en una sociedad, porque todos necesitamos de todos, porque todos
estamos juntos en este barco de la civilización; porque somos seres humanos,
iguales en dignidad y derechos
compartir
con otros sentimientos, opiniones dificultades, dolores, y actuar en
consecuencia
Tipos de compañeros de trabajo. Manifestaciones y Respuesta
El agresivo
Aquellos
quienes manifiestan su agresividad con ataques directos (gritos, insultan y
hasta escenas bochornosas en publico). En este caso,lo mejor es mantener
la calma y responder en un tono de dignidad y donde se marca los
límites profesionales. De esta forma se hace ver que el que
tiene un verdadero problema es aquel que manifiesta su agresividad (ya que no
la sabe controlar) y no usted.
El hipócrita
Puede
estar sonriendo, pero, por atrás, puede hablar mal de uno y mediante el chisme y comentarios mordaces
hacernos un gran daño en cuanto a nuestra imagen. En este caso, se
debe enfrentar directamente, sin perder la sonrisa (utilizando la misma técnica
de él) al hipócrita, quien se sentirá mal al ser desenmascarado, ya que lo
que menos desea es ser descubierto.
El compañero mano a mano
Se
encuentra ubicado en la mesa de al lado (usualmente haciendo las mismas
funciones que usted) y está pendiente de cualquier error que cometa usted o
resaltar algún defecto que observe para comentarlo o denunciarlo con el jefe
de ambos. Este tipo de compañero considera que la compañía no es
lo suficientemente grande para que ambos puedan permanecer juntos. Ante
esta circunstancia, debe esmerarse en su desempeño, evitando darle razones a
ese enemigo para que hable de usted y, a la vez, se debe ignorarlo.
Los que se agrupan con otros
Usualmente
este tipo de enemigo no trabajo solo sino que se agrupa con otros (sus fieles
amigos) para hacerle la vida imposible con sus indirectas orientada en la
mayoría de los casos a tu vida personal (especialmente ataca en la cafetería
de la empresa a la hora del almuerzo). Casi siempre resulta posible
deshacerse de ellos utilizando a los que son como mediadores entre uno y el
verdadero agresor.
Las mujeres no sirven
A pesar
que nos encontramos en el siglo XIX, existen hombres que aún consideran que
el sitio de las mujeres es el hogar y no la oficina y las ven como rivales
que es necesario combatir y vencer (especialmente si la mujer ocupa un puesto
importante dentro de la empresa y puede escalar a otro por encima de
ellos). En este caso, se debe continuar realizando las funciones
igual que siempre y manteniendo a raya cualquier comentario sexista que pueda
ser emitido por ellos.
Aquí el que manda soy yo
El peor
enemigo que se puede tener es el jefe. Siempre se ha considerado
esa batalla como perdida, ya que en cualquier momento y por cualquier excusa,
puede prescindir de sus servicios. En este caso, es mejor, una vez
identificado este tipo de enemigo, comenzar de inmediato a procurar empleo en
otra parte.
Otros
compañeros que no son enemigos, pero que requieren de especial atención:
El compañero perezoso
A veces
nos encontramos con compañeros que no maneja bien su carga laboral y le pide
un favor o que lo ayude para poder cumplir con sus asignaciones.
Si la
situación se repite con mucha frecuencia, hay que tener cuidado; puede que
quiera, en el fondo, que usted le haga su trabajo mientras él o ella se
distrae o charla con otros compañeros. Inclusive hay aquéllos que
si algo sale mal, le echan en cara el hecho que usted no le ayudó bien.
Ante el
primer síntoma de este tipo de compañero, no se debe hacer ataques personales
como decirle "eres un fresco". Es mejor efectuar
comentarios en el tono de crítica constructiva profesional. Es preferible
decir algo como “puedo ayudarte a elaborar un sistema para que logres
descubrir los errores a tiempo y organices mejor tu tiempo". Es
importante que quede claro que usted no llevará su carga sino que le puede
enseñar a “pescar".
Los compañeros que critican aspectos laborales
Algunas
veces somos nosotros el problema y nos parece que los compañeros nos dirigen
críticas constantes y sin fundamento sobre algún proceso de nuestro trabajo
que no estamos realizando adecuadamente. Se debe evitar actitudes
como "tratar como te tratan", "ojo por ojo, diente por
diente" o “Si me critican, yo critico”, ya que se estaría
actuando a la defensiva y, tal vez empeorando, la situación.
Resulta
positivo hacer un autoanálisis para evaluar si ellos pudieran tener
razón. Inclusive, pedir a algún colega, al que le tengas
confianza o que consideres objetivo y justo, para que te indique si en
realidad existe el problema por el cual te están criticando.
Si te dice
que la crítica es fundada, es necesario determinar qué acciones tomar para
mejorar. Al mismo tiempo, se debe compartir momentos relajados con los
compañeros para que ellos también perciban tu cambio de actitud. Siéntate con
ellos a la hora del almuerzo o asiste a actividades fuera del trabajo como
ser parte del equipo deportivo.
Lo que se debe evitar
Hay
actitudes que resultan fatales para cualquiera que desee destacarse en su
profesión cuando hay enemigos a la vista:
En
conclusión debemos considerar esta situación como oportunidades que ayudan a
crecer tanto emocional como profesionalmente, ya que nos permiten aprender a
lidiar diferentes personalidades y conflictos. Esto puede
convertirse en una fortaleza a la hora de tener éxito profesional.
Recuerde
jamás tomar actitudes que generen aún en mayores conflictos; eso sólo empeorará
la situación y trabajaría en su contra al convertirse en parte del problema. No se trata de ganar una
guerra ni de hacerla, sino de encontrar armonía dentro de las diferencias.
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